Soy el emigrante que no va a volver del equipo de Volvemos, y aporto al área de recursos humanos del proyecto mi experiencia como profesional de la selección de personal, actividad que llevo desarrollando desde hace muchos años, tanto en Francia como en España, Alemania y Estados Unidos.
Siendo originario de una ciudad mediana de la provincia francesa, Le Mans, y habiendo vivido veinte años ya en capitales demasiado estresantes, a pesar del amor que las tengo, tomamos la decisión de mudarnos a Córdoba hace cuatro años. Queríamos mejorar nuestra calidad de vida, acercarnos a la familia de mi mujer, que es cordobesa, y permitir que mis hijos pudieran disfrutar de sus primos españoles y una vida más tranquila.
Siempre he considerado que en Córdoba había potencial para desarrollar mi actividad de asesoramiento laboral, faceta más interesante intelectualmente y emocionalmente de mi profesión, ya que pretende ayudar y empoderar a profesionales para que mejoren sus capacidades de encontrar empleo o cambien su situación laboral actual.
Eso es precisamente lo que estoy desarrollando para Volvemos a Córdoba, un proyecto pionero financiado por el Instituto Municipal de Desarrollo Económico y Empleo de Córdoba (IMDEEC), cuyo objetivo es facilitar el retorno de los cordobeses y cordobesas que se tuvieron que ir estos últimos años.
Debo decir que pocas veces en mi vida profesional me he sentido tan útil. Por esos dos motivos principales:
- Muchos me comentan que en regla general no les contesta nadie a las candidaturas que mandan, así que les resulta imposible analizar por qué no parecen interesarles a las empresas,
- La distancia reduce o distorsiona el acceso a la información real local (tendencias del mercado, sueldos, formatos de CV más usados…), y a veces favorece interpretaciones o especulaciones sobre lo que pasa aquí realmente y su percepción de las cosas. Los emigrantes piensan que España y Córdoba siguen igual, no hay empleo o si lo hay no es para los que tienen mucha experiencia, pagan mal, no me llaman porque estoy en el extranjero…
En ambos casos tenerme como espejo crítico ayuda mucho: doy feedback sin sesgo sobre la calidad de un currículum, conciencio sobre las diferencias de sueldo que pueden existir en determinadas profesiones o sectores de un país al otro, opino con total transparencia sobre una carta de presentación; en definitiva, pienso como un reclutador pero comunico como un asesor, y si ya es algo que echan en falta los candidatos locales, imaginaos el valor que eso conlleva para una persona que vive desde hace ocho años en Kuwait, por ejemplo.
Qué tipo de consejos doy a los profesionales emigrantes que quieren regresar:
1. No busques empleo, ofrece tu talento:
Muchos emigrantes no son conscientes de la predisposición que tienen los directivos de numerosas empresas en saber cómo se hacen las cosas fuera en sus sectores. Es una de las pocas cosas positivas de la crisis: las empresas españolas saben que deben internacionalizarse, ya han empezado a hacerlo y se han dado cuenta de la importancia de conocer su mercado objetivo, así como de la posibilidad de traerse desde fuera buenas prácticas que todavía no existen en España.
En las sesiones de asesoramiento por skype del proyecto Volvemos a Córdoba, he hablado con profesionales con un gran talento que aportarían muchísimo a la economía y la sociedad cordobesa: una psicóloga especializada en rehabilitación temprana, que trabaja en un centro médico referente en esta rama en Berlín, actividad todavía en fase de desarrollo en España y casi inexistente en Córdoba; una arquitecta trabajando con la herramienta Revit (el Autocad del siglo XXI que todavía casi no se usa en España), para unos de los mejores estudios de arquitectura de Sidney; un ingeniero de caminos becado por el ICEX, que está generando decenas de millones de euros de facturación en Latinoamérica para una empresa de ingeniería española gracias a su perfecto conocimiento de la idiosincrasia de las administraciones públicas de esos países; una emprendedora que fundó una escuela de español en Roma, que ya es casi tan conocida como el Instituto Cervantes de esa ciudad; o una responsable de marketing trabajando para una tienda online líder en Reino Unido.
Quizás soy demasiado optimista pero creo firmemente que esas cordobesas y cordobeses interesarán a cualquier directivo o directiva que quiera expandir o mejorar su negocio, así que les animé a entablar contacto directamente, de igual a igual, a ver si se sorprenden de la buena receptividad de esta iniciativa.
2. No busques empleo por los canales tradicionales o si decides hacerlo, prepara el terreno.
Muchos emigrantes envían su currículum a ofertas que reciben decenas de candidaturas más fáciles de gestionar por ser de profesionales locales. Los emigrantes han acumulado un talento especial (lee nuestro artículo Si te fuiste vuelves mejor) que no es fácil de transmitir desde una candidatura tradicional, y un capital emocional que no se podrá compartir a través de un currículum enviado por email. Así que hay que encontrar métodos para detectar quién es la persona adecuada dentro de una empresa para que haga llegar nuestra candidatura de forma especial a la persona que decide, en lugar de a un buzón anónimo de recepción de CVs.
Foros profesionales, ferias, redes sociales (Linkedin sobre manera), asociaciones de antiguos alumnos, ex o actuales emigrantes que hayan estado en la misma ciudad o país… Todas son herramientas para darnos a conocer a profesionales que trabajan en una empresa que contrata, y luego contar con ellos para que hagan llegar nuestro perfil a alguien que le preste la atención merecida.
3. Piensa en abrir tu búsqueda a la posibilidad de un empleo que no sea tu trabajo ideal.
Recomiendo la alternativa de buscar un empleo puente para volver y desde ahí seguir con la búsqueda del trabajo ideal. Aquí el grado de urgencia determina esta necesidad: cuanto más alto, más importante es abrirse a más opciones. Pero en todos los casos recomiendo esta estrategia para gestionar de forma más eficiente la búsqueda del trabajo ideal: se hará desde más cerca, con mejor reactividad, con la posibilidad de presentarse en persona en las instalaciones de la empresa, o de participar en eventos profesionales como los que mencionaba antes.
¿Cuáles son los errores que muchos cordobeses y cordobesas suelen cometer o las dudas que tienen? Resumo aquí mis respuestas más repetidas:
Sobre el CV:
- Menciona tu fecha y sobre todo lugar de nacimiento para marcar tu arraigo a la tierra.
- Pon una foto para humanizarlo.
- Indica una dirección cordobesa y un número de teléfono cordobés (fijo al ser posible, con el 957 que dará tanta cercanía) y desvíalo a tu móvil.
- Describe en tus experiencias la actividad y principales características de la empresa en que trabajas.
- Describe tus funciones y los hitos conseguidos más que tus tareas. Todos sabemos más o menos a qué se dedica un jefe de obra, una ingeniera informática, un técnico de ventas…, así que nos interesan mucho más las características de tus hitos más relevantes: peculiaridad o complejidad técnica, presupuesto, plazo, número de personas involucradas, número de clientes, número de pacientes… Como dicen los ingleses, speak with data.
Sobre Linkedin:
- En la cabecera de tu perfil, indica que estás en Córdoba o en su defecto España, para aparecer en las búsquedas de los headhunters que buscan perfiles para España.
- No uses terminología sobre tu puesto, estudios o sector de actividad que no se pueda entender o reconocer fácilmente por parte de un español.
- Hazte con el abono Premium (son 50 euros al mes), para acceder a toda la información de los perfiles que te puedan interesar y disponer de un número de invitaciones ilimitado.
- No olvides que la segunda sección que Linkedin enseña de tu perfil es tu actividad en la red: publica, comparte, felicita y da a me gusta, para que tu red y contactos de niveles más lejanos te conozcan mejor.
Un apunte sobre la desvinculación con tu país y la sensación de que no quieren que vuelvas:
En España hay muchos profesionales que fueron emigrantes en alguna época de su vida y que te entenderán mejor que nadie, o profesionales que conocen a un emigrante en la misma situación que tú a través de su círculo social o familiar, por lo que posiblemente tendrán predisposición a ayudarte ya que se sentirán en deuda. Así que apóyate en ellos para construir tu proyecto de retorno, y olvídate de todos los mensajes negativos que puedas recibir sobre este tema para no malgastar tu energía.
En general recomiendo no desanimarse nunca ya que lo más difícil, irse e integrarse fuera de su país, ya lo has superado con creces. Volver con empleo tiene mucho que ver con la determinación, estrategia, paciencia y, por supuesto, autoestima, así que para concluir os propongo escuchar a un coach que me gusta mucho: Matti Hemmi.